Desde la medianoche de este miércoles 10 de diciembre, Australia implementó una nueva ley que prohibe el acceso a redes sociales a menores de 16 años en el país, llevando a las aplicaciones a restringir el uso de estas a quienes no cumplan con el requisito de edad, so pena de millonarias sanciones.
Una medida con un amplio respaldo
Cerca del 77% de los australianos está a favor de esta medida, la cual exige a las plataformas eliminar o desactivar las cuentas de menores de 16 años. Si no lo hacen, pueden enfrentarse a sanciones de hasta 49.5 millones de dólares australianos, unos 33 millones de dólares estadounidenses.
De acuerdo con el primer ministro, Anthony Albanese, las redes muchas veces «se utilizan como arma para los acosadores, como plataforma para la presión social, como motor de la ansiedad, como vehículo para los estafadores y, lo peor de todo, como herramienta para los depredadores en línea», afirmó.
Las plataformas de redes sociales deberán implementar mecanismos que permitan establecer la edad real de sus usuarios, ya sea mediante el uso de documentos de identificación oficiales, algoritmos de estimación de edad, entre otros.
